
Cuantas veces os encontráis en la vida situaciones en las que parece que es imposible avanzar? Nos estampamos contra un muro, a veces lo hacemos una y otra vez, desesperamos, nos cabreamos y volvemos a intentar atravesarlo.
A veces en un empujón de rabia podemos traspasarlos, pero porque no era un muro de verdad, quizá una cartulina pintada de piedra, cuando pasa eso, incluso al llegar al otro lado nos decimos ¿ya está? ¿Tanto miedo, tanto susto y pasar el muro era esto?
A veces uno se sienta porque ha saltado muchos muchos muros y necesita descansar antes de afrontar el reto, otros no saben como hacerlo y simplemente se arman de paciencia e investigan como pasarlo, unos no lo ven tan alto pero como no les gusta escalar lo sortean por un lado y así pasan muros y muros, sin aprender a escalar, y tarde o temprano todos encontramos uno de estos grandes muros.
En otras ocasiones nos parece tan inmenso que decidimos sentarnos, preferimos no saber que hay detrás de él, y nos enroscamos con la mala suerte del muro que nos encontramos un día,y entonces perdemos el interés por nuestra vida, porque la conocemos de sobra, no hay nada nuevo, sólo la sensación de mala suerte y de que tras el muro igual nos guardaba una vida maravillosa, dejamos de valorar lo que tenemos por algo que no tenemos y ¡ni siquiera sabemos que es!
A veces el miedo a las alturas nos hace intentar escavar un túnel, pero son muchas las capas de tierra, piedras y granito que encontramos, aguas subterráneas que nos pueden arrastrar hacia la oscuridad, este camino para mi es el más peligroso porque si profundizáis en la tierra por miedo a la altura, tendréis que subir dos veces para salir de ahí, una altura por lo que bajastéis y otra vez la altura del muro, corréis el riesgo de perderos y que os sea muy muy difícil salir.
: ¿Y que creo yo que tenemos que hacer cuando encontramos un gran muro?¡Aprender a escalar! Y con esto no digo que os lancéis al muro sin red. Los que espero es que consideréis todos los aspectos del muro, quizá cuando la analicéis tenga muchas grietas donde apoyar manos y pies, necesitéis como arnés de algún amigo, la familia o simplemente un par de colchonetas por si te caes, quizá es tan largo como la muralla china pero en algún lugar encuentras unas escaleras para su mantenimiento que te sirven para subirlo, a veces es muy muy alto y casi que tienes que ser un piloto y pasarlo en avión, o hay un ascensor si te mueves en uno u otro sentido ¡igual alguien ya pasó con el avión y se ofrece a enseñarte a pilotar!, pero siempre siempre físicamente hay un punto en el cielo en el que el muro termina y empieza la luz y un aire sano y limpio.
Y cuando conseguimos pasar el muro ¡cuanto hemos aprendido! Que orgullosos de nosotros mismos, cuantas cosas superficiales se quedaron atrás porque no podíamos llevarlas, cuantas cosas pequeñas nos han sido imprescindibles para poder afrontar el camino y ahora tienen un inmenso valor, tu valor ha sido el motor de tu escalada, te ánimo a que seas valiente y aunque te den miedo las alturas aprendas a escalar.
Flores de Bach para aprender a escalar:
Larch: para aumentar la confianza en ti mismo
Mimulus: para el miedo a la altura
Aspen: para miedo a lo desconocido
Wild Oat: para saber que camino escoger
Willow: para que no te sientas víctima de las circunstancias